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PIQUETA PARA FRANCO Y ALCALDÍA PARA PODEMOS.

PIQUETA PARA FRANCO Y ALCALDÍA PARA PODEMOS.

EN OVIEDO, EL ÚLTIMO ALCALDE DEL PP APLICA ANTES DE IRSE LA LEY DE LA MEMORIA HISTÓRICA.


Seguro que alguien exclamará al ver el contenido de este artículo que qué hago hablando de estas cosas y que por qué ando todavía empeñado en combatir, con la que se avecina, la infausta y consensuada -el PP ni tan siquiera quiso reformarla con su poderosa mayoría absoluta- "Ley de la Memoria Histórica" y la papanatería de los "histé(o)ricos", que diría mi amigo Alfonso Arranz. Ya no sé si es puro masoquismo, espíritu de disidencia o esa bendita locura que aún nos invita, aunque sea en solitario, en plan francotirador, a enfrentarnos a los molinos de la herrumbe convertidos al amparo del poder en gigantes.

Lo curioso es que no debiera ser noticia que retirarán un monumento a Francisco Franco. La noticia es que llevan casi cuarenta años así y aún les quedan. Pero lo es. Nadie se ha resistido a ensalzar la enésima lanzada a toro pasado realizada el pasado lunes. ¡Por fin, otra victoria sobre el infame general que aún se resiste por algunas calles y plazas de España. Y hasta gana alguna votación popular para que al pueblo ese que construyó regalando tierras y casas siga llamándose "no se qué del Caudillo".

La curiosidad del hecho viene determinada por el lugar donde se ha producido. Las Juventudes Socialistas se han apresurado a afirmar que por fin ya no tendrán que ver, cuando paseen por allí o se junten para un botellón, la cara del odiado dictador. Ha sido en Oviedo. Allí estaba el denominado "Monumento a Franco" obra del prestigioso escultor Juan de Ávalos. Una obra de arte en la que el rostro de Franco aparecía en un medallón inserto en un monolito sobre el que estaba la diosa Hera y delante las esculturas de Neptuno sobre un delfín y Apolo cegado por el sol. Dejo al lector el significado mitológico de la composición de Ávalos, porque lo importante es que se trataba de una obra de arte que debiera haber quedado excluida de la aplicación de la ley. Pero este detalle a la habitual y digital Comisión de Expertos reunida para determinar qué mandar al ostracismo, nuevos "chekistas de las cosas" diría yo, les ha importado un pimiento ante su determinación de liberar a Oviedo de la sombra de Francisco Franco. Un curioso y singular monumento que se erigió tras la muerte de Franco por suscripción popular (del pueblo no del PP, no vayan a confundir) y que alguna guía oficial data de 1975, supongo que para evitar recordar que fue inaugurado bastantes meses después de que tuvieran lugar las primeras elecciones democráticas, ergo no es un monumento autofranquista. ¡Por suscripción popular y municipal y puesto ahí dos años después de morir Franco! A algunos esta historia supongo no les va a cuadrar.

No hace falta decir que la izquierda lleva décadas pidiendo que se utilice la piqueta. Pero para evitar que corra aquello del revanchismo los apesebrados de la pluma han informado que la victoria ha sido fruto de la acción judicial de unos particulares, de la sociedad civil que dicen por ahí. ¡Tate! El sujeto en cuestión es el número tres de la candidatura municipal socialista. Los mismos socialistas que aún andan exaltando el golpe socialista contra la República organizado por el PSOE en 1934 que tuvo su epicentro violento y sangriento en Asturias, con especial virulencia en la ciudad de Oviedo.

No es cuestión glosar aquí las veces que Franco se dio una vueltecita por Asturias en olor de multitudes, ni que pescara tan tranquilamente por los ríos de allí, durmiera en la casa familiar de San Cucao de Llanera, que su mujer fuera asturiana y su boda un acontecimiento popular en la ciudad, que no participó en la represión de las huelgas en Asturias durante el reinado de Alfonso XIII, ni en la represión de la revolución de octubre de 1934 que fue decisión del gobierno de la República. Ni que en mayo de 1946, cuando el único núcleo de resistencia guerrillera, con presencia de guerrilleros llegados desde Francia, realmente importante estuviera en la Montaña Central, cuando comenzaba a plantearse el "caso español" en la ONU y se anunciará a troche y moche que no contaba con apoyo popular alguno, Franco se fuera de gira por las minas, acompañado de Girón y de su señora, a coche descubierto y con unos policías en moto que vistos hoy no dan para mucho, y unos falangistas haciendo de cordón al trote del vehículo. Y como muestran las fotos había miles de personas y, entre ellos, seguro que muchos de los derrotados. Y por allí anduvo pese a las amenazas de los guerilleros con el famoso Cagigal dispuestos a todo, pero no tanto como para atacar a la comitiva de gira. Los que se acabaron conformando con tirar algunos postes de teléfono y paralizar una línea de tren. Y Franco volvió por Asturias para inaugurar y esas cosas, para apoyar ENSIDESA. Y el régimen trató de solventar el problema de la vivienda de las decenas de miles de emigrantes que llegaron a Asturias, con viviendas de protección y de alquiler para unos obreros que vivían en barracones... Y todo eso explica la suscripción popular después de muerto... Pero, parafraseando a don Miguel, "amigo Sancho, con la memoria histórica y los histé(o)ricos hemos topado".

Hablando de "histé(o)ricos", rematado la faena, una tal Ana Taboada -por cierto se da un aire a la señora Colau- previsible alcaldesa de Oviedo, lideresa de la marca de PODEMOS allá, Somos Oviedo, ha presentado el hecho, la retirada del medallón, como símbolo del cambio y anuncio de la recuperación de la memoria democrática de Asturias -supongo que incluye en ella a los revolucionarios de 1934 y a los heroicos asesinos de los nueve hermanos de las Escuelas Cristianas de Turón-. Lástima, eso sí, que tan heroica acción no haya sido llevada a efecto por el "tripartito del miedo", por el "nuevo Frente Popular", PODEMOS-SOMOS OVIEDO+PSOE+IU, que anunciaba como gran recurso el alcalde hasta hoy del PP, don Agustín Iglesias Caunedo, sino como flamante despedida del alcalde desde 2012 del PP. Y es que a don Agustín, que lleva en política desde que terminó el instituto, como a tantos otros, no le hacen falta los "rojos" a la hora de acabar con la sombra Franco. Yo, de los alcaldes y demás del PP, después de visto lo acontecido en Valladolid y Oviedo, comenzaría a pensar que ser colaborador necesario en estas cosas también se acaba pagando

PD.- Si el medallón es obra de Juan de Ávalos tiene un importante valor artístico y monetario. De momento nos cuentan que va a un almacén municipal. Algún día alguien tendrá que hacer el inventario de las obras de arte extraviadas durante la Transición tras ser retiradas de dependencias públicas, porque una cosa es ser antifranquista y otra no entender del precio de la firma.

Ya lo gritan en el PP: ¡MARIANO ES CULPABLE!

Ya lo gritan en el PP: ¡MARIANO ES CULPABLE!

La oscura trastienda de los prolegómenos del golpe en el PP

Revueltas bajan las aguas en el Partido Popular. La pérdida de tantos sillones, dádivas, cambalaches y demás bicocas que acompañan a los triunfos electorales han exasperado a los denominados barones del partido -esos que llevan y tantos en la poltrona y designan sucesor con menos problemas que los que tuvo Franco para designar a Juan Carlos-. Todos necesitan un culpable y ya no parece bastar con la cabeza de Rita -algunos especulan con el temor a que también le llegue el turno judicial-, de Bauza o Teófila, quieren cabezas más altas. No pocos quieren que Rajoy les entregue, cual si fuera Salomé, las cabezas de la odiada Soraya y de la Cospedal, pero Mariano sabe que en el fondo él es desde hace mucho tiempo la pieza a cobrar.

La maniobra contra Mariano, por razones muy diversas, desde las luchas de poder en el seno de los partidos hasta los intereses de quienes de algún modo controlan de verdad el tinglado, existen desde el minuto uno del partido. No pocos se conjuraron para que su liderazgo fuera corto porque no era su candidato. Nombrado digitalmente por Aznar, cuando la mayoría optaba por Rato -ahora sabemos por qué probablemente Aznar lo desechó-, los damnificados le daban poco recorrido mientras en sus oídos sonaba el "mañana serás rey".

Mariano es un político silencioso, poco previsible y unidireccional. Si ponemos sobre la mesa cuanto se ha dicho sobre sus relaciones con los verdaderos centros de poder mundial resulta que se ha acabado alineado con el grupo contrario al que teóricamente se adscriben los pesos de su partido. Tengo para mí que su futuro quedó escrito cuando se empeñó, contra el consejo de muchos, incluyendo la presión de parte del poder económico, a pedir la intervención y el rescate total de España.

Que se quiere mover a Mariano del sillón es un hecho y Mariano ha respondido sibilinamente mandando al ostracismo político a Gallardón y a su máxima y dura rival Esperanza Aguirre, muerta políticamente tras su fracaso en Madrid, o ninguneando al mismísimo Aznar -gafe en Zaragoza si nos atenemos a los resultados-. Incluso Mariano salió victorioso de su enfrentamiento con el diario El Mundo, cabeza visible de la conspiración mediática contra él, logrando la defenestración del otrora poderoso Pedro J., periodista que va a reaparecer en breve con nuevo proyecto, o apagando el peso de otra de sus bestias negras, Federico.

Mariano se ha removido cual jabalí herido con el impulso mediático primero al también difunto proyecto de UPyD y después al de Albert Rivera e incluso, aunque a menor escala, a VOX, que ha contribuido de manera fundamental a poner fin al poder que da la mayoría absoluta. No supo ver el peligro cuando casi de los mismos ámbitos alguien decidió darle una ventana a Pablo Iglesias, aunque sin darse cuenta de que el personaje no iba a ser fácil de controlar.

Ahora estamos en el acto final. Todos están contra Mariano porque consideran que van a perder el poder en las próximas elecciones. En este juego van a flotar las venganzas, y sobre las venganzas los que mandan de verdad ya hacen volar su mirlo blanco mientras los ambiciosos y las brujas susurran aquello de "mañana serás rey". El mirlo está ya diseñado y promocionado. Otro clon. La política se está llenando de clones. Un clon del tal Garzón, aunque este pueda ser el enterrador de la izquierda comunista sistémica y no el controlador de Iglesias, y de Pedro -que se dejó el descamisamiento para recibir las órdenes del empresariado-. Cierto es que el superviviente Gallardón anda ofreciéndose, aunque me temo que ya tiene menos seguidores que Casillas en el Madrid, pero es solo para disimular. El mirlo es el tal Pablo Casado. Ese que despierta las pasiones de las abuelitas con niñas casaderas. No fue pues casualidad el chascarrillo mitinero de Aznar, transmutado en San Juan, ungiéndolo como el hombre, ni los aparentes desvaríos de Aguirre que tienen como objetivo, cual si fuera Serrano Suñer, gritar aquello de: ¡Mariano es culpable!

¿PUEDEN ALGUNOS ACABAR ASALTANDO EL CIELO?

¿PUEDEN ALGUNOS ACABAR ASALTANDO EL CIELO?

Las municipales y autonómicas prefiguran otro marco electoral

A estas alturas de la semana abundan ya los análisis de los resultados electorales del pasado domingo. Quedan los mensajes elaborados por los equipos de publicidad de cada partido amplificados por su red de tertulianos. Ya sabemos que el PP anda empeñado en demostrar que aquí no ha pasado nada, que casi han ganado las elecciones -"somos el partido más votado", afirman- y que, como ha dicho Mariano, solo han tenido algunas dificultades; que el PSOE anda también proclamándose casi vencedor como el armazón del cambio que se anuncia... Todo ello no es suficiente para disfrazar la realidad: que el gran vencedor, en una partida que no se cerrará hasta las próximas generales, ha sido PODEMOS. Mucho más que Ciudadanos.

PODEMOS es un partido o movimiento en construcción, aupado sobre una base social que ha ido conformándose en la dos últimas décadas, con la suficiente inteligencia para manejar la ambigüedad en las definiciones políticas para poder convertirse en lo suficientemente transversal como para asaltar el cielo. Ciudadanos es un partido de aluvión, aupado sobre la coyuntura, con un discurso dirigido a una franja concreta del electorado, con un techo electoral bastante definido y dependiente de cómo gestionen el tesoro con el que se ha encontrado y con un posible crecimiento exponencial si acaban absorbiendo los restos de UPyD, pero está muy lejos, salvo quizás en Cataluña, de ser la alternativa al PP. PODEMOS, una vez desarbolada IU espera superar al PSOE.

Si las elecciones del domingo han resquebrajado el bipartidismo queda por saber si las próximas generales lo derrumbarán. Lo que sociológicamente ponen de manifiesto los resultados es que hoy por hoy la mayoría de los españoles, electoralmente hablando, se sitúan en el centro-izquierda, aunque eso no signifique que sean realmente de izquierdas. Este y no otro es el gran fracaso de la derecha pepera, el fracaso desde que Franco les legara una mayoría sociológica de centro derecha que derrumbaron con los gobiernos de UCD y no han sabido ni reconstruir ni mantener. Queda por saber si las próximas elecciones de noviembre confirmarán, como estimo que sucederá, esta realidad.

Digamos que todos los ejercicios de estrategia, de colocar peones, de intentar tener bastones o anular bastones, realizados desde el poder o desde las venganzas mediáticas, han fracasado y han acabado costando al PP algún sillón que ahora les permitiría respirar (no ha salido muy bien la promoción a VOX de algunos estrategas para canalizar un cierto descontento y reducir las posibilidades de Cs de tal modo que la injusta ley electoral hiciera el resto). Y aún andan algunos soñando con la implosión del PP cual si fuera una UCD-bis, ignorando que el partido que representa a la derecha española es una gigantesca máquina electoral que va a seguir ahí aunque ya no sea capaz de alcanzar mayorías absolutas, pero tampoco las va a conseguir el PSOE.

A nivel municipal y autonómico el bipartidismo está en la UCI. Con los resultados en la mano, un 51% de los votantes, ya pueden ir despidiéndose los que soñaban con las trampas legales para mantenerse en el poder, con reformas electorales para consolidar el bipartidismo, que algunos tontos compraban como sinónimo de regeneración. Es más, es posible que tengan que hacer reformas hacia la proporcionalidad sin correcciones, sin circunscripciones para que solo puedan salir electos los representantes del PP o del PSOE, que variarían notablemente el panorama político.

Desde la noche electoral,  presos de la idea de que solo se puede gobernar con mayorías absolutas o coaliciones, andan no pocos españoles haciendo cuentas de quién va a gobernar en su Ayuntamiento o Autonomía mirando de reojo a lo que lleva aconteciendo desde las elecciones en Andalucía. antes era sencillo porque IU casi siempre ha sido un fiel lacayo del PSOE ahora, con unas elecciones a tres meses vista, todo se complica porque PODEMOS y Cs han puesto precios muy altos y si no son engullidos por el oro del sistema impedirán que continúe el modelo del despilfarro, el enriquecimiento y el clientelismo que han generado el ambiente de corrupción en el que muchos han vivido mirando mayoritariamente para otro lado.

Ahora bien, los posibles pactos postelectorales pueden transformarse en el típico abrazo del oso, como desearían PP y PSOE, porque cuando un partido, PODEMOS y Ciudadanos, se presenta con un lenguaje distinto a la división de derechas e izquierdas o se postula como el cruzado contra la casta difícilmente puede acabar formando coalición con los que critica. Sin embargo, al mismo  tiempo, los partidos emergentes temen que los votantes que les han dado su papeleta pensando que eran de izquierdas o contrarios a la izquierda les retiren esa confianza si permiten un gobierno del color contrario. Las urnas han colocado a Cs y a PODEMOS en una difícil situación. Quizás Pablo Iglesias haya encontrado la solución con su apuesta salomónica: permitir la llegada de la izquierda pero no entrar en esos gobiernos, eso sí siempre que acepten algunas bases estrella de su programa; Cs está intentando algo similar pero ya ha rebajado sus exigencias. No lo dicen, pero ambos confían en que, llegado el caso, si en alguna Autonomía hubiera que convocar nuevas elecciones saldrían beneficiados. Así pues el PP ha quedado rehén de Cs y Cs del PP. Y Albert Rivera se juega mucho más que Pablo Iglesias en este interesante tablero de ajedrez a cuatro bandas.

Más valiera que el PP comenzará a trabajar con una realidad política distinta. No creo que lo que está sucediendo sea un simple sarampión -pudiera serlo si Cs y PODEMOS gestionaran muy mal sus resultados y expectativas-. PP y PSOE van a tener que acostumbrarse a jugar con un margen de apoyo electoral del 25% al 35%, quedando siempre lejos de las mayorías absolutas. Y eso siempre que se mantengan los niveles de abstención, porque en realidad en estas elecciones el PP, siendo el partido más votado, solo ha sido apoyado por el 16% del cuerpo electoral. La gran bolsa que es la abstención puede resultar imprevisible en noviembre. Tan imprevisible que algunos podrían acabar asaltando el cielo mientras que otros solo tienen como argumento el miedo. Argumento que a muchos podría acabar importándoles un pimiento porque no están conformes ni con la realidad en que viven ni con el futuro que se les anuncia.

FEDERICO, LA IZQUIERDA APROVECHADA, LOS FALANGISTAS Y FRANCO

FEDERICO, LA IZQUIERDA APROVECHADA, LOS FALANGISTAS Y FRANCO

Olvido y manipulación periodística en torno a unos papeles sobre el asesinato de García Lorca



Curiosamente -¡caprichos del destino!- cuando en 1972 se colocó en el Teatro de la Comedia de Madrid una lápida recordando que allí se fundó Falange Española, hoy retirada por la corporación municipal del PP escudándose en una aplicación sin base de la llamada Ley de la Memoria Histórica, se representaba la incomparable Yerma de Federico García Lorca. Por ello, un periodista notorio, de esos que ya pensaban en el después de Franco, entre líneas, hizo referencia al asesinato de Federico y a la "responsabilidad" de los falangistas que ya empezaban a cargar con las "culpas" de casi todos. Otro periodista le contestó que a la hora de buscar responsables debiera mirar en otras orillas ideológicas.

Hace unos días el digital eldiario.es y la Cadena SER difundían, con gran revuelo mediático, las fotografías de un informe elaborado en 1965 por la 3ª Brigada de Investigación Social de la Jefatura Superior de Policía de Granada remitido al Gobernador Civil, probablemente en respuesta a la solicitud de información cursada al ministro Fernando María de Castiella por la escritora francesa Marcelle Auciair que trabajaba en un libro sobre García Lorca que vería la luz en 1968. Lógicamente los medios citados recurrieron al sensacionalismo para presentar estos documentos no dudando en iniciar una curiosa carrera de manipulación. Lo que realmente ha interesado a no pocos no es lo que pudieran aportar estos documentos -no mucho, ciertamente- sino poder mantener que Lorca fue asesinado por "masón, socialista y homosexual", siendo pues un crimen político cuyo último responsable, naturalmente, se llamaría Francisco Franco.

En esa línea de interpretación el informe policial pasa a ser para la Cadena SER -grupo PRISA no lo olvidemos- la "versión franquista" del crimen, dándole un valor oficial a los documentos que en realidad no tienen. El País, que no podía faltar, con su habitual parcialidad en estos temas, anota a renglón seguido que "la dictadura ocultó el informe que la implicaba en el crimen de Lorca" y otro digital, panorama.es refería que estos papeles "certifican que Franco ordenó el asesinato", pues eldiario.es ya había anunciado que los documentos "prueban la implicación del régimen en el asesinato". Así hasta The Guardian ha dado la noticia afirmando: "Federico García Lorca was killed on official orders say 1960s police files" -anotemos en su descargo que el redactor lo ignora todo y ha hecho un refrito de los titulares españoles-. El Mundo, en pleno dislate, nos informaba de que "salen a la luz los documentos en los que el gobierno de Franco reconoce el asesinato" (todo el mundo sabe que un informe de la policía es igual a la opinión de un gobierno). Remata El Plural, en pleno carnaval de la ignorancia y la manipulación, diciendo que lo descubierto nos revela que Federico "fue asesinado por la policía franquista". Y para rematar hasta la página cristianosgay explica que "fuerzas falangistas procedieron a su detención".

La manipulación está servida para alentar el guerracivilismo ideológico de la izquierda a costa del asesinato de García Lorca volviendo a exhumar los mitos de la guerra civil. Alguien debería recordar a estos ínclitos manipuladores que en agosto de 1936 no existía régimen franquista alguno y que Franco no era la autoridad máxima de los rebeldes, de hecho hasta el tres de agosto no formó parte de la Junta de Defensa y aunque las fuerzas del sur estaban bajo su mando militar el poder desde Sevilla a Granada lo ejercía el general Gonzalo Queipo de Llano. Tampoco, como hemos señalado, el informe de una jefatura policial de Granada es reflejo de la posición del gobierno en 1965 por mucho empeño que pongan en ello; y, por supuesto, quienes asesinaron a Lorca no formaban parte de una policía franquista que no existía, ni...

Algo más hay en la lectura parcial y manipuladora que han hecho los medios de los documentos citados: la ocultación de lo que confirman. Por ello han evitado transcribirlos -como sería lógico-, para conseguir que se acepte su interpretación, salvo que alguien se deje la visión en el intento escudriñando en las reproducciones a baja resolución. Y si Franco es el culpable final de los hechos no es menos evidente cómo se esfuman los esfuerzos, confirmados en el documento, de los falangistas por salvar la vida del poeta. Invito a mis lectores, si no me creen, a que repasen la información publicada y vean como los manipuladores pasan sobre este asunto, e incluso llegan al extremo de El Plural de eliminar el significado ideológico de lo acontecido para decirnos simplemente que "los amigos de Lorca intercedieron por él", lo que es una verdad a medias que se transforma en la peor de las mentiras.

Dejemos a un lado que los papeles son un informe de hechos en los que no se entran a profundizar en los móviles reales del asesinato y en los que brilla la intención evidente de evitar la identificación de los responsables del crimen; que, en consonancia con la denuncia que causó el arresto de Federico que le llevó a la muerte, la detención se realizó bajo la acusación de "socialista, masón y homosexual" -¿demuestra esto que en 1965 aún se conservaba la denuncia que hoy parece desaparecida?-. Ahora bien, lo interesante es que la propia policía, en la Nota Informativa.Antecedentes, deja entrever la precariedad de algunas de las acusaciones: no había tenido actividades como socialista y se le "conceptuaba" así por sus manifestaciones y por su vinculación a Fernando de los Ríos; también en lo referente a una homosexualidad de sobra conocida la policía anota que "no hay antecedentes de ningún caso concreto en tal sentido" sobre sus "prácticas homosexuales". Casi parece que fueran partícipes de la afirmación de Luis Rosales de que "le mataron por una calumnia". Cierto es que nada de lo que se afirma es novedoso: ya estaba en el Expediente de Responsabilidades Políticas de Federico -de ahí sin duda recoge la policía sus datos- conocido de desde los años ochenta. Ahí aparecía el cuento de que era masón activo con el nombre Homero. Eso sí el "ideario comunista" es ya socialista y no se hace referencia a sus pretendidos poemas contra Dios -corrieron poemas falsos en Granada en 1936- o que casi fuera un hombre de Moscú (acusación habitual en los años de la guerra y los primeros de posguerra de que al final todo pasaba por Moscú y que hoy algunos recuperan como piedra filosofal de todas las explicaciones).

Lo que si avala el informe, cerrando toda especulación, pese a que los manipuladores hayan preferido dejarlo de lado o disimularlo, es el hecho cierto y conocido de que fueron varios los "antiguos falangistas" -camisas viejas- que "pretendieron su libertad", citando textualmente a los hermanos Rosales, al jefe local José Díaz -de quien yo recuerde no se había hablado- y al jefe de milicias Cecilio Cirre. Y el informe confirma otro dato importante: las amenazas a quienes, pese a ser falangistas de antes de la guerra, habían protegido al poeta e intentado salvarle. Así los Rosales, además de la sanción (25.000 o 50.000 pesetas), según el documento, pudieran haber sido objeto de unas represalias que "evitó la Falange granadina", aunque en realidad quien lo consiguiera fuera Narciso Perales, condecorado por José Antonio con la Palma de Plata, quien se hizo cargo de la jefatura del partido el 19 de agosto, dos días después del crimen. Pero estos datos merecen poco interés a los comentaristas, entre otras razones porque destruyen el mito oficial de esas versiones que suelen jugar con las verdades a medias como ha hecho el historiador izquierdista Santos Juliá al escribir: "para matar a Lorca hizo falta que las manos de fascistas de Falange, católicos de la CEDA, militares y guardias civiles rebeldes tuviera cada cual su parte del crimen", reiterando que "unos falangistas, católicos, militares, guardias civiles lo empujaron y lo llevaron a matar". Y si bien es cierto que un falangista de nueva camisa o de camisa-disfraz y familiar de Lorca participó en el crimen, que hubo milicianos azules a los que no importó ir a acordonar el cuartel de la Falange, no es menos cierto que falangistas de la primera hora le ocultaron, le protegieron e intentaron evitar su asesinato; pero, evidentemente, esto mejor es no mencionarlo.

¿Y Franco? Otro de los documentos nos habla de las posiciones en 1965 del Ministro de Exteriores y del Ministro de Información y Turismo, partidarios de dar a conocer los datos oficiales que se tuvieran sobre el asesinato de García Lorca a raíz de la petición efectuada por la escritora francesa aludida, por lo que trataron de convencer al Ministro de la Gobernación, general Camilo Alonso Vega, quien debió ordenar a la comisaría de Granada realizar el informe. No sabemos si esta cuestión llegó hasta Franco quien sí tenía informes sobre el caso.

Ian Gibson, conocido experto en la figura de García Lorca, hispanista de izquierdas, defensor de la vinculación del poeta al Frente Popular, ha sido contundente con respecto a la posible responsabilidad del Generalísimo: "Ni Franco era Franco entonces y quien manda en Andalucía es Gonzalo Queipo de Llano y Franco no intervino para nada en lo que pasó con Lorca". Pero esta afirmación carece de importancia, como hemos visto, para la pléyade de manipuladores.

El documento, que relata con evidente parecido a lo publicado hasta hoy lo referido a la detención, nos dice que después de la misma los "datos que pudieran adquirirse son muy confusos" entre otras razones porque desde aquel verano de 1936 ya nadie quería ser responsable de un crimen que la izquierda y los medios internacionales exhibía como acusación contra los rebeldes. Si creemos el testimonio del falangista Joaquín Romero Murube con autorización de Franco investigó los hechos en Granada poco después y acabó determinando, aunque pocos querían hablar, que el crimen fue perpetrado por los descontrolados que actuaban en la Granada prácticamente rodeada por el enemigo en aquellas semanas. Franco asumió que esa era la realidad de los hechos y así lo explicó a los medios extranjeros en 1937 indicando que "como poeta su pérdida ha sido lamentable". A esta versión se aferró hasta los años cincuenta, como lo demuestra algún comentario recogido por su primo Franco-Salgado. Aunque no está claro si la iniciativa fue de José María Pemán, en 1955 con autorización de Franco el poeta gaditano se entrevistó con los familiares de Lorca, algunos recién llegados del exilio, ofreciendo recuperar los restos de Federico para ser enterrados en el Valle de los Caídos. La familia se negó.

En 1959 el general Eisenhower, presidente de los EEUU, visitó España. Resulta que en su entrevista con el Generalísimo habló del asesinato de García Lorca. Franco mantuvo la versión de que fue obra de los descontrolados al principio de la guerra. Ike le indicó que no era así y que la CIA había investigado el caso (Agustín Penón) por lo que le remitiría un informe. Franco ordenó abrir una investigación y poco después encargaría a Pemán la misión de localizar a los testigos que hubiera para poder recuperar los restos del poeta. En este sentido el informe de 1965 parece recoger los datos que se tenían, pues indica el paraje donde se debió producir el asesinato -que concuerda con la zona que hoy se estima más probable- pero anotando que "es un lugar que se hace muy difícil de localizar". La incógnita que nos asalta es si existe documentación referida a la investigación ordenada por Franco según los testimonios y si Ike le llegó a mandar el informe. Ahora bien, en 1960 no todo se podía averiguar porque la pieza clave, el principal protagonista, el comandante Valdés había fallecido.

Hoy sabemos, en realidad se conoce desde hace décadas, que García Lorca, refugiado en la casa de los Rosales, auténtico cuartel de la Falange de Granada en el verano de 1936, fue detenido a resultas de una denuncia falsa firmada y probablemente redactada por el diputado de la CEDA Ramón Ruiz Alonso pergeñada en la redacción del diario El Ideal; que no muy lejos andaban el también cedista Juan Trescastros y el jefe de la CEDA Juan García Alix. Muchos años más tarde Ramón Ruiz explicaría que lo que buscaban era darle un susto por orden de Queipo de Llano para conseguir localizar al odiado Fernando de los Rios. Pero detrás lo que latía era la lucha por el poder entre los falangistas y los cedistas, aunque todos llevaran camisa azul, por el control político y nada mejor que eliminar la influencia de los jefes de FE acusándoles de proteger a un denunciado. Que Ramón Ruiz temía la posible reacción de los falangistas lo demuestra que fuera a ver, como anota el documento, a Miguel Rosales para que le acompañara a su casa para proceder a la detención del poeta y el hecho, que algunos han negado pero el documento demuestra, de que para ello hombres armados en número importante rodearan la casa donde estaba refugiado FEDERICO. Si como dice el documento los datos en 1965 eran confusos lo que no ofrece al historiador muchas dudas son los hechos.

El susto inicial a Lorca, la amenaza a los Rosales, acabó en algo más. La vida de Lorca no fue protegida pese a la promesa de la autoridad a los falangistas. No sabemos quién decidió trasladar a Lorca a la antesala de la muerte, si fue una decisión del gobernador civil, pero sí, y lo anota el documento, que fue sacado del Gobierno Civil por "fuerzas dependientes del mismo". Pero, ¿esas fuerzas eran soldados, milicianos, guardias civiles? Lo que nos dice la historia, ahí están los trabajos de Miguel Caballero y Antonio Ramos, es que en Granada pululaban a las órdenes del gobernador pero también operando por libre lo que se han denominado "escuadras negras", y entre ellas había una vinculada a las milicias falangistas que Narciso Perales eliminó rápidamente cuando ocupó la Jefatura en agosto; que el comandante Valdés, afiliado a Falange en febrero de 1936, puesto ahí por los Rosales, prefería a los hombres de la CEDA, a los nuevos falangistas procedentes e las organizaciones derechistas, que entre sus colaboradores civiles bajo su mando estaban, por ejemplo, los Jiménez de Parga (aconsejaron a uno de los Rosales que no defendieran a un maricón, según los testimonios publicados); que una de esas escuadras se llevó a Federico y que en ella figuraba uno de sus primos, Antonio Benavides; que entre los próximos a la autoridad estaban sus familiares los Roldán Benavides y los Rodríguez Alba con los que estaba enfrentado. Se dieron prisa en asesinarlo porque era evidente que si le retenían sus poderosos amigos, tanto su padre como los falangistas, conseguirían su libertad.

La venganza de los asesinos es una realidad difícil de esquivar pese a que ahora con estos documentos -esa es la intención de la publicación- se trate de mantener que lo mataron por lo que lo detuvieron, por socialista y por masón -lo de por homosexual vino después- (los tiros al cabezón se transformaron en los tiros al maricón). Es también evidente que con la detención y la amenaza a los Rosales el gobernador civil trataba de afirmar su autoridad; que Ramón Ruiz, el exdiputado al que José Antonio llamó el "obrero domesticado" no permitiéndole ingresar en la Falange, esperaba, además de contribuir a que la CEDA, disfrazada de azul o sin disfrazar, ocupara el poder en la Granada de aquellas semanas, acceder nuevamente al Olimpo de la fama política y del poder, nunca pensó que aquella firma sería la responsable de su ostracismo social y político. Como anotó Luis Rosales, Lorca se convirtió en la "pieza necesaria para la ambición política de un cretino". Después de los hechos todos los responsables indirectos, los que no habían apretado el gatillo del mismo modelo de mauser con el que se ejecutó a José Antonio, se escudaron, en sus recuerdos transmitidos a familiares, como última y única justificación, en unas teóricas órdenes dadas por Queipo de Llano. Si creemos el testimonio indirecto de Ramón Ruiz, años después, sería llamado por Franco para que explicara los hechos. Si mantuvo su versión debió responsabilizar a Valdés y a Queipo que ya habían muerto. Ahora probablemente volverá a cobrar fuerza la tesis de la orden de Queipo de Llano, porque andan los paladines de la memoria histórica intentando que sus restos sean sacados de la Iglesia que los guarda a los pies de la Macarena.

La realidad es que, como en 1948 escribía Pemán, fue "un episodio vil y desgraciado totalmente ajeno a toda responsabilidad e iniciativa oficial", entendiendo por tal a Franco añado yo. Como apunta Pilar Tarres en los "desaciertos mortales" de Federico, el "destino le colocó en el lugar desacertado en el momento inoportuno". Pero todo esto no quita al crimen ni el calificativo de execrable, ni permite que pueda admitirse justificación coyuntural alguna para los asesinos, ni que se olvide que fueron los "falangistas antiguos" los que inútilmente le protegieran e intentaran salvarle.

AMENAZA O REALIDAD: ¿EXISTE EL PELIGRO YIHADISTA EN ESPAÑA?

AMENAZA O REALIDAD: ¿EXISTE EL PELIGRO YIHADISTA EN ESPAÑA?

Naturalmente que cada vez que aparece por televisión y sobre todo se amplifica a través del ciberespacio la amenaza yihadista, que por otra parte ya estaba en el islamismo radical, de reconquistar Al-Andalus, ergo volver a tomar Hispania, la inmensa mayoría de los españoles suelen esbozar una sonrisa; pero no debiéramos olvidar que esa reivindicación de Al-Andalus no es privativa del radicalismo.

Cierto es que pensar en una conquista estricto sensu a partir de las amenazas de ese ente que llaman Estado Islámico, asentado y tolerado, pues se miró para otro lado cuando se originó no queriendo ver el peligro, por la pomposamente rotulada como Comunidad Internacional en territorios de Irak, extendido a zonas de Siria y en el limes con Jordania, no deja de ser, de momento, un aparente brindis al sol ornado con la sonrisa que causa la promesa del EI de poner su capital en Córdoba. Pero nadie debiera obviar que en los últimos años se está procediendo en silencio en los países occidentales a formar el embrión de lo que en el futuro pudiera constituir la base de un ejército dispuesto a seguir las alucinaciones de un resucitado califato que sirve a no pocos intereses al mantener desestabilizada una zona de alto interés geoestratégico. Y prueba de ello son las detenciones de posibles neófitos yihadistas que arden en deseos de marchar a luchar en Oriente viajando, eso sí, en cómodos aviones.

Desde hace una decena de años las centrales de seguridad del occidente europeo viven en alerta ante la transmutación del hasta entonces denominado "radicalismo islámico" y la decadencia de Al-quaeda, hasta hace poco cabeza visible de este terrorismo y que las centrales de inteligencia tenían más o menos a tiro. La destrucción de las Torres Gemelas, los atentados puntuales, el 11-M y los ataques más recientes en Francia o Bélgica han hecho que algo que se veía como lejano o puntual sea percibido como una amenaza real por parte de millones de europeos que, por efecto de ello, miran con recelo a una parte significativa de la población musulmana que vive en sus países, entre otras razones por el efecto de radicalización que en algunos sectores, a futuro, pudiera experimentarse derivado de la pobreza y la frustración mezclada con el rechazo a lo que de decadencia moral conlleva la sociedad moderna, lo que ha sido y es el caldo de cultivo en el que se produce la para muchos inexplicable incorporación de europeos a las filas yihadistas.

Que existe un peligro real lo demuestran los sucesivos operativos y actuaciones de las centrales de inteligencia desarrollados en numerosos países de Europa, así como los protocolos de seguridad creados teniendo en cuenta el peso cada vez más real de esta amenaza y lo que a futuro pueda acontecer sea cual sea el futuro del Estado Islámico, tanto si se asienta y se permite su existencia o si se convierte en una zona de guerra permanente para impedir una estabilización de la zona que geoestratégicamente a nadie parece interesar. ¿Cuánto resistiría el nauseabundo califato, cuyas fuerzas armadas difícilmente superan las dos divisiones, ante una acción decisiva de eso que llaman la Comunidad Internacional? ¿Qué posibilidades tendría ante el metódico y sistemático ataque aéreo producto de la doctrina bélica americana antes de una acción terrestre definitiva? Pocas, pero parece que la doctrina oficial pasa por conseguir que sean los propios países de la zona los que por razón de competencia acaben con el califato, especialmente las repúblicas islámicas.

El problema es que el yihadismo, la renovación de la vieja idea de la expansión del Islam mediante la guerra santa, ha roto, con la nueva coyuntura, los márgenes entre los que se había desarrollado como mal necesario desde la guerra de Afganistán, la de los mujaidines y pesmergas contra la invasión de la URSS para mantener el régimen comunista en la zona. Fue entonces cuando la administración Reagan, tras haber perdido a manos de los islamistas un fiel aliado en la zona, Persia, la actual Irán, decidió apoyar a los islamistas para enfrentarse a la URSS. La guerra de Afganistán supuso la legitimidad del islamismo combatiente en Paquistán. Se transformó por ello en el primer movimiento importante de "guerreros santos" de todas partes y la llegada de financiación desde los países musulmanes, así como la patina de legitimidad en la lucha para millones de musulmanes que acabarán viendo en estos "nuevos guerreros de la fe" la válvula de escape a sus frustraciones frente a Occidente. Pero en realidad había nacido un monstruo que naturalmente hoy está fuera de control.

Quienes han analizado la evolución del yihadismo anotan que estamos en una nueva fase. La Yihad clásica tenía claros sus enemigos, sus zonas de actuación, sus objetivos: básicamente EEUU e Israel. Lo que atraía las simpatías de no pocos musulmanes. El debate era si los atentados debían ser indiscriminados o selectivos, si la población civil debía quedar al margen y solo se vería afectada como daños colaterales. Esto colocó a España en el mapa del yihadismo por la presencia de las bases americanas primero y después por su colaboración en las acciones sobre Irak.

El terrorismo yihadista estaba conformado a mediados de los noventa por la vinculación a las grandes organizaciones lideradas por la red Al-quaeda fragmentada en zonas de acción. España queda entonces bajo la amenaza de la sección norte africana, AQMI. Los nuevos terroristas solían reclutarse desde la radicalización en torno a determinadas mezquitas. Las células proliferaron por Europa, normalmente en grandes urbes, de ahí su presencia en Madrid y Barcelona, aunque se seguía pensando en la acción sobre objetivos vinculados a los EEUU, no en que en España pudiera producirse atentados tipo 11-M o el frustrado intento de volar el metro de Barcelona.

La transmutación del modelo organizativo-expansivo de los yihadistas, especialmente a partir de 2008, facilitada por el excesivo garantismo de la legislación española y la tardía y limitada reforma del código penal ya en esta década, supuso un cambio trascendente. Ya no se necesitan imanes y prédicas radicales. Los nuevos yihadistas son captados a través de la acción cada vez más intensa de los denominados ciberyihadistas. Ya no es necesario constituir grandes células durmientes cuando son más útiles y más dóciles los lobos solitarios con acceso a todo tipo de información táctica sobre terrorismo urbano (fabricación de bombas, utilización de gases...). Las viejas casetes con las prédicas se han sustituido por los mensajes digitales, toda una red femenina se mueve difundiendo consignas por washap. El resultado es que ha aparecido un entramado mucho más difícil de perseguir y controlar. Las cifras hechas públicas dejan constancia de su incremento. Desde 2004 se han detenido en España casi seiscientas personas vinculadas al yihadismo aunque resulta complejo mantenerlas en prisión. De los núcleos de Madrid y Barcelona se ha pasado a una diseminación por Valencia y Murcia, sin olvidar el punto caliente en que se ha transformado Melilla. Hasta tal punto España se ha convertido en una base para el yihadismo que la CIA ha dispuesto un operativo de vigilancia en nuestro suelo que ya lanzó una alerta máxima de posibles atentados el pasado mes de enero.

No pocas son las advertencias policiales sobre el riesgo que supone la proliferación de yihadistas y lo que a futuro pudiera tener de amenaza el retorno como lobos solitarios de los que han ido a luchar en Irak. Oficialmente estamos por ello en una situación de nivel dos. Aunque debido a los recientes atentados parece existir un consenso político a la hora de perseguir el yihadismo, lo cierto es que no se adoptan medidas efectivas ni preventivas ante lo que es una amenaza más que real. Se han puesto en marcha grupos como el de la Unidad Central Especial nº2 de la Guardia Civil pero mientras no se persiga el ciber-yihadismo y se cierren los canales de propaganda, incluyendo aquellas mezquitas en las que se predique el radicalismo y la justificación del yihadismo, difícilmente se podrá cercenar esta amenaza. Tampoco valdrá de mucho si no existe una acción coordinada desde la Unión Europea. De no ser así viviremos con la sombra de la amenaza y el in crescendo de las actividades terroristas. Pero de momento con lo que nos encontramos es con la preocupación de Amnistía Internacional ante el acuerdo gobierno-oposición para hacer frente a la amenaza.

EL PRIMERO DE ABRIL EN PERSPECTIVA

EL PRIMERO DE ABRIL EN PERSPECTIVA

El primero de abril, aniversario de la victoria nacional, es hoy prácticamente una fecha más del calendario. De los fastos de antaño se ha pasado al silencio, la proscripción y, probablemente, con una interpretación radical de la mal llamada "ley de memoria histórica", a la persecución de aquellos que de algún modo pretendan no ya conmemorarla sino solo recordarla. Dada la inquisitorial coyuntura en que nos movemos resulta evidente que habrán de pasar algunas décadas hasta que la verdad del primero de abril pueda ser expuesta sin las cortapisas del sistema de censura directa vigente -la indirecta existe desde los años ochenta-.

La historia de los principales hechos del siglo XX no puede hacerse únicamente con documentos y testimonios orales o impresos, también nos quedan las imágenes. Recuerdos visuales que la izquierda utiliza admirablemente para identificarse con el pueblo -ahí quedan los reiterados fotogramas del catorce de abril en la Puerta del Sol-, movimientos de "masas" que llevan décadas presentando como aval plebiscitario de su razón -táctica propagandística que siguen utilizando en la actualidad tal y como ha ocurrido con el ficticio 15M o con las concentraciones perpetradas por Pablo Iglesias-, pero que censuran, minimizan o explican mediante peregrinas tesis -masas movilizadas a la fuerza, movidas por el miedo o pagadas con el bocadillo-, cuando son de signo contrario para poder negar esa misma capacidad plebiscitaria que ellos otorgan a sus concentraciones.

Cuando Martín Patino intentó cuadrar su filmografía antifranquista con una película documental hilvanada con las canciones de la posguerra titulada Canciones para después de una guerra, cinta frustrada porque los críticos acabaron viendo en ella casi una loa a Franco y una exaltación nostálgica, escogió para su inicio una larga selección de escenas de unos tres minutos de duración de la entrada de las fuerzas nacionales en Madrid el uno de abril, Día de la Victoria. El ritmo cinematográfico convertía en masas los pocos madrileños que ven la entrada de las tropas en las afueras de la ciudad. Imágenes del desbordamiento popular del uno de abril. Masas a ocultar porque la doctrina oficial nos dice que la guerra fue consecuencia de la ambición de unos cuantos generales que con el ejército sojuzgaron a la población e instalaron una dictadura -el régimen de Franco-, elevada sobre la represión permanente, que solo apoyaban los curas, los banqueros y los ricos. Tontería que han llegado a asumir incluso algunos de los que son herederos de las fuerzas políticas más militantes en la guerra. No viene al caso recordar que la sublevación, el alzamiento cívico militar de 1936, apoyado por todas las fuerzas políticas desde el centro a la derecha más extrema, fue el resultado de la política sectaria, antidemocrática, anticlerical y excluyente de los gobiernos de la II República, de la posibilidad cierta de que en España, por la miopía y falta de conciencia social de una parte significativa de la sociedad -entre ella todo el conglomerado oligárquico financiero terrateniente-, se produjera una revolución socialista -el PSOE era entonces revolucionario y no democrático- que impusiera la dictadura del proletariado. Así pues, tras esa sublevación hubo pueblo; es más, ese pueblo imponía que era necesario promover cambios sociales a esa estructura oligárquica que apoyó el movimiento condicionada por la defensa de sus intereses y que estará al lado de Franco mientras se mantuviera ese interés, aunque por debajo bramaran por el "impuesto revolucionario" que tenían que pagar. Esta es una realidad que hoy se pretende borrar de la historia.

El historiador al analizar en perspectiva esa fecha del primero de abril lo que percibirá es la alegría de la fecha, no sólo porque importantes masas de población lo sintieron como una liberación tras vivir escondidos, callados, como sombras en la zona roja, no solo porque era el fin de la guerra, sino también porque durante tres años lo que se había prometido era un tiempo nuevo bajo eslóganes atrayentes como la Patria, el Pan y la Justicia; con promesas de hogar, lumbre y pan para todos los españoles. Lo que indirectamente implicaba el deseo manifiesto de acabar con las causas objetivas que habían empujado a cientos de miles de españoles a los brazos de la revolución, pero también de incorporar a los beneficios que esa victoria iba a suponer a los vencidos y así crear una sociedad nueva. Lo que no implica que no existiera temor o que se desconociera la persistencia de la sombra de la venganza que hacía muy difícil la reconciliación social inmediata porque, evidentemente, los arcángeles guerreros pletóricos de bondad solo existen en la poseía de Pemán y en los cuarteles del cielo. No se podían borrar los odios acumulados por decreto. Pero no es menos cierto que cuando el historiador se toma la molestia de revisar las grabaciones cinematográficas, las fotografías de aquellos días, lo que ve son masas de españoles. Hasta, evidentemente por otras razones no exentas a las circunstancias políticas actuales, a la petulancia insultante del nacionalismo, el diario El Mundo en la primera edición de una selección comentada -ahí está la manipulación para vender la realidad como propaganda- de las grabaciones del NODO, nos encontramos con la multitudinaria y pacífica entrada de las fuerzas nacionales en Barcelona.

Aunque algunos se pasan la vida explicándonos que la utilización de los movimientos de masas con valor plebiscitario es cosa de dictaduras y fascismos, siempre que no sean de izquierdas, todos sabemos que ese recurso es ampliamente utilizado por las fuerzas políticas y sociales. No es necesario traer aquí ejemplos porque están en la mente de todos. Lo cierto es que el plebiscito de masas del uno de abril no fue remitiendo sino ampliándose. Ahí están las imágenes y las fotografías. Los efectos del programa político, pero sobre todo social y económico del primero de Abril, que Franco había expuesto, discurso a discurso, durante la guerra, al que asombrosamente fue fiel durante todo su mandato -ahí nos encontramos desde la idea de explotar el turismo a la repoblación forestal pasando por la industrialización-, lo que hicieron fue ampliar la base social de apoyo del régimen, como hasta hace poco tenían que reconocer los historiadores -hoy seria anatema mencionarlo porque la historia oficial es que las masas populares estaban contra Franco-. Hasta tal punto fue esa expansión popular del apoyo social a Franco, que arrancó a la izquierda grandes bloques de lo que constituía su base sociológica, constituyendo lo que se denominó "el franquismo sociológico", hoy por razón biológica muy reducido y prácticamente sin peso real, pero que a la muerte de Franco garantizó una amplia mayoría a lo que entonces se denominó el centro-derecha, con valores de apoyo real situados entre el 55% y el 60% del electorado. Fue ese franquismo sociológico, surgido de los efectos de la consecución del programa del uno de abril -ni un español sin hogar, sin pan y sin lumbre-, el que ganó las dos primeras elecciones democráticas -por eso no cabía una memoria histórica que solo es factible tras una premeditada campaña de proscripción y lavado de cerebro-, aunque la incapacidad de gobierno demostrada llevará a parte de ese espacio a volver a su espacio sociológico natural situado en la izquierda.

Así pues mirando la fecha del primero de abril con la perspectiva del mañana se hace evidente que las dos claves serían la popularidad y el arranque real de la modernización de España.



Nota.- Este artículo ha sido realizado para las publicaciones de la Findación Nacional Francisco Franco


...Y FRANCO, QUE SEGÚN EL PAÍS DETESTABA A JOSÉ ANTONIO, OFRECIÓ 1400MILLONES POR SU VIDA

...Y FRANCO, QUE SEGÚN EL PAÍS DETESTABA A JOSÉ ANTONIO, OFRECIÓ 1400MILLONES POR SU VIDA

El País vuelve a manipular la historia.



Leo con escaso asombro la segunda entrega -de la tercera mejor ni hablar- de documentos inéditos sobre Francisco Franco publicada por El País -¡qué manía tienen algunos con eso de que sus pretendidos inéditos van a cambiar la historia!-.

No es nada nuevo ver sobre el papel la tesis de que Franco despreciaba a José Antonio, para poder así luego sostener que, por ambición y cálculo político, el general más joven de Europa, el máximo prestigio militar español en su época, presa de los celos, no hizo todo lo posible por salvar al joven líder del paredón de fusilamiento. La pléyade de expertos en tal aserto es tan larga como su capacidad de censurar aquello que molesta a la tesis o incluso establecer una disección entre lo que una misma persona ha dejado como testimonio reproduciendo solo una parte de su argumentación, lo que también es una manipulación.

Ya en mi libro "El último José Antonio" (elultimijoseantoni@terra.com) subrayaba la curiosa proscripción que se prodiga en los trabajos que versan sobre el particular de la última propuesta realizada desde la zona nacional para intentar un canje. Curiosamente es la única que hizo personalmente Francisco Franco -los demás intentos fueron propuestas de otros a los que él brindó su apoyo y colaboración, e incluso su asesoramiento militar-. Fue el cuatro de noviembre de 1936 tras desecharse la posibilidad de realizar un acción de comandos -el juicio comenzó el día 16-. Franco ofrecía un canje por el diputado socialista, líder de la revolución de octubre, Graciano Antuña y 4 millones de pesetas. Como El País ha tenido la amabilidad de convertir en euros actuales las cifras de la época, cifras por cierto coincidentes con los cálculos que yo hice en mi trabajo -pese a las dificultades de valorar la moneda en los primeros meses de la guerra-, resulta que Francisco Franco, el hombre que según la nueva entrega de un tal Jesús Ruiz Mantilla despreciaba a José Antonio, que lo quería "mejor muerto que vivo", ofreció para facilitar el canje la nada desdeñable cantidad de 4 millones de pesetas de la época que actualizadas a euros de hoy son unos 8.660.080 Euros, casi 1.500 millones de pesetas; ochenta veces más de lo que habitualmente se estaba pagando en Alicante para conseguir una liberación -unas 50.000 pesetas, algo más de cien mil euros actuales-. Curiosa forma de detestar, sobre todo porque además había autorizado, para otra operación de canje, el gasto de seis millones de pesetas: unos 12.990.120 Euros o 2.156 millones de pesetas. Gasto que por cierto fue criticado por otros sectores de la zona nacional, tal y como se desprende de un testimonio de Fal Conde (los carlistas comenzaron a reunir un millón de pesetas de la época para colaborar). Evidentemente con estas cifras en la mano resulta difícil pensar que Franco detestara a José Antonio o prefiriera que se quedara en Alicante y si lo ejecutaban mejor.

Eso sí, dado que la antipatía mutua, los celos y similares tienen muy poca base documental y sólo queda un testimonio al que todos hacen referencia, casi siempre de forma incompleta, Jesús Ruiz Mantilla y El País nos presentan por fin el documento que demuestra de forma fehaciente el desprecio que roía a Franco: la contestación que, por orden suya, se transmite a una supuesta y desconocida "novia" de José Antonio que escribe al "Excmo. General Franco" el 24 de noviembre de 1936. Y a la que Franco no da largas, pues una semana después ya tenía la "novia" la dolorosa respuesta.

No sé si la redacción de el diario El País ha querido jugarle una mala pasada a su articulista al situar junto a su segunda tontería, muestra al mismo tiempo de cierta ignorancia, rotulada con el titular sensacionalista de "El desprecio de Franco por José Antonio", una entrevista con Raúl Zurita en la que se destaca como síntesis y epígrafe su sentencia "Vivimos la agonía del idioma". Ignoro si la pluma del señor Ruiz Mantilla es agónica, pero de lo que no tengo ninguna duda es que necesita con cierta urgencia repasar la asignatura de "análisis y comentario de textos", porque nadie creería que un periodista de El País se deje llevar por los prejuicios, la falta de investigación o la práctica de la manipulación.

Dispuesto a sorprendernos el periodista nos trae una carta dirigida a Franco por la "novia de José Antonio". Aclaremos para su disgusto que no es ninguna novedad. Hace ya años José María García de Tuñón -¡Ah la funesta manía de algunos de no indicar las fuentes!- escribió sobre esta carta que estaba a la venta a un elevado precio en un anticuario de la villa. Merced a su investigación hice referencia a ella en mi libro "El último José Antonio". Lamentándolo mucho El País no nos desvela lo esencial, la identidad de, según el autor, "una de las misteriosas amantes de José Antonio" -corrección: novia y amante no son sinónimos, aunque lo parezca, ni significan lo mismo-. ¿Quién es María Santos Kant vecina de Segovia? Ya podría El País, que tiene dinero y medios, haber enviado al señor Ruiz Mantilla a investigar en la calle citada pues Segovia no ha cambiado tanto, pero el periodista se ha conformado con consultar los índices onomásticos de unos libros, donde naturalmente no aparece, y mirar en Google según nos informa. ¡Ay, en lo que ha quedado el periodismo de investigación!

Si el periodista hubiera trabajado más se habría encontrado con algunas variables como posible respuesta a su interrogante: primera, que se tratara de la misteriosa Isabel, chica como la firmante de la Sección Femenina, que José Antonio conoció a finales de 1935 y de la que se conservan varias cartas -cabría la posibilidad de que se llamara María Isabel o que utilizara un seudónimo-, pero de la que sabemos que vivía en la calle Santa Engracia de Madrid; segunda, que fuera Carmen Magallón, que si no recuerdo mal o era de Segovia o tenía relación con la localidad; tercera, la que me parece más plausible, que fuera un seudónimo de mujer muy conocida, también falangista, que sí me consta que se dirigió al Cuartel General y que por ello sería posible que se le contestara y de la que hablo en mi libro. Esta última opción es la más lógica y la propia carta nos deja entrever que es un nombre falso, pues nos indica que para contestarle "las señas más seguras son". De otra parte esta carta y la respuesta ha salido de una partida de documentos de Franco que sorpresivamente salieron a venta. Precisamente por ser importante Franco la guardó.

La identidad, salvo por la curiosidad, es lo menos trascendente de la noticia del diario oficial de la izquierda. Lo fundamental para el articulista es presentar a un Franco frío, cruel, como demuestra la respuesta que da a la pobre novia que se agarra como un clavo ardiendo a que su amado no haya muerto. Franco ni siquiera se toma la molestia de contestarle directamente, sino que lo encarga a su secretaría, lo que como todos sabemos es muy extraño en el proceder de un Jefe de Estado. Amén de esto es en el análisis de la respuesta donde el periodista muestra su escaso conocimiento del contexto -en realidad no hace análisis alguno-. Dejo a un lado sus "piropos" a José Antonio y su entierro, "procesión propia de santurrón medieval". Pero es que en realidad José Antonio interesa muy poco al señor Ruiz Mantilla, solo es un recurso para meterse con un Franco deseoso de verlo muerto para quedarse con un "aseado corpus ideológico... para fundamentar su política de odio".

Cerremos este comentario con el análisis de la respuesta de la que el autor deduce el desprecio de Franco. Apliquemos algo tan elemental como la lógica: una señorita escribe a Franco diciendo que es la "novia de José Antonio". Como partimos de la base de que era alguien conocido y no una chalada, que es lo que en primera instancia podría pensarse, el general Franco, que no debía tener otro asunto más importante que atender mientras intentaba sostenerse ante Madrid y evitar la llegada de material soviético, ordena que se le conteste. Estoy seguro que ni se le pasó por la cabeza preguntar si José Antonio tenía una novia. Evidentemente contesta por consideración a José Antonio. En ello no puede ir mucho más allá de lo que aparece en un texto que, al contrario de lo que anota el periodista, está muy lejos del desprecio.

Algunos, con insidia, han utilizado lo que no dice la carta como prueba del desprecio por el tono despectivo que ellos suponen, así afirman que se refiere a José Antonio como "ese señor". La realidad es que lo que la carta dice es "dicho señor". Lo hace porque once palabras antes (incluyendo artículos) ya se menciona a Primo de Rivera, evitando así una reiteración. Dejando a un lado la gramática, lo sorprendente es que Franco, que evidentemente no sabe "directamente nada relativo a la suerte..." -otra frase que el periodista considera prueba de desprecio- de José Antonio, ordene que se confirme indirectamente que el fundador de la Falange ha sido fusilado ("no es creíble que lo digan sin que sea ello verdad, pues el mentir en este asunto no tendría para ellos utilidad"). No ha reparado el periodista en que Franco se había comprometido con la decisión de la Falange, tomada en su Consejo Nacional, de no difundir la muerte de José Antonio y que pese a ello confirma su muerte a esta "novia" sin comprometerse: una confirmación indirecta nada más y nada menos que del Cuartel General del Jefe del Estado. No quiere dar falsas esperanzas a María cuando podía haberse callado o alegar que se estaba trabajando en su liberación. Cierra con un "sintiendo no poderle dar mejores noticias", que no me parece sea sinónimo de frialdad en este tipo de contestaciones. Y es que Franco no podía en realidad ir mucho más allá.

LA GRAN MANIPULACIÓN DE EL PAÍS Y CUATRO SOBRE LA NÓMINA DE FRANCISCO FRANCO

Resulta que los historiadores profesionalmente antifranquistas -hoy hay antifranquistas de todo tipo y para todos los gustos y bolsillos- encabezados por el experto en confundir los listados de caídos y muertos en acción de guerra por tierras zaragozanas para poder multiplicar las "víctimas del franquismo", el profesor Julián Casanova, andan promocionando un libro antifranquista -de lo contrario no habría promoción ni mérito- titulado "40 años con Franco" que, para no engañar con portadas atrayentes al lector, deberían rotular "40 años cobrando por estar contra Franco".

Prestos a socorrer al sistema, acosado por la imagen de la corrupción y los beneficios económicos de la clase política -la casta que diría el ínclito Pablo Iglesias-, el mariachi historiográfico ha encontrado una nueva veta para meterse con Franco: demostrar que la austeridad económica de Francisco Franco es un mito. Y que el Generalísimo -lo pongo con mayúscula para fastidio de mis colegas- además de tener una desmedida ambición política, resultado de sus frustraciones, tenía una desmedida ambición monetaria. En síntesis: "el hombre comido por la ambición" según Paul Preston. Historiador este que debiera anotar para ilustrarnos sus altos y merecidísimos honorarios por meterse en cualquier lugar con don Francisco (recuerdo un Congreso donde nos tomó el pelo perorando largo tiempo sobre la Guardia Mora).

Para reforzar el tema el diario El País -¡Ah, El País, ese diario al que en cuanto te descuidas se olvida de la corrupción de la izquierda desde los tiempos del idolatrado Felipe!-, aplicando la moda de los inéditos misteriosos que cambiarán el mundo, nos obsequia estos días con una serie de papeles de don Francisco Franco propiedad de un coleccionista de alto copete. El primero, la nómina del Caudillo -también lo pongo con mayúscula para fastidiar a mis colegas- de 1935 cuando era Jefe del Estado Mayor Central del Ejército de la II República. El artículo ilustrativo de la nómina lo firma un tal Ruiz Montilla y debiera figurar en la galería de tonterías que se escriben desde el más rancio de los antifranquismos. Un insulto a la inteligencia, pero los lectores del diario El País, me temo, que cuando se habla de Franco desde este talmud de la verdad de quiosco no necesitan pensar; basta con tragarse la pastillita y a razonar como zombis.

El artículo del señor Ruiz Montilla tiene como única finalidad -no es formativo sino deformativo- demostrar la ceguera de Franco por el dinero. Así pues gracias a su pluma y a El País nos enteramos -ya estaba enterado cualquiera que quisiera hacerlo- que Francisco Franco como Jefe del Estado Mayor Central del Ejército, general desde hacía casi una década, con la tira de medallas en su guerrera, cobraba la friolera de 2.429,98 pesetas. Resultado pues de una brillante carrera militar que el plumilla de El País sintetiza a medio camino del asombro y el insulto sibilino con frase como: "el héroe de África con ínfulas, el oficial más joven de Europa en todos los escalafones superados hasta ser nombrado estrafalariamente generalísimo" -¡Qué mala que es la envidia!"-.

El audaz periodista de investigación que se nos revela Ruiz Montilla consultó y consiguió la gran exclusiva: esa cantidad equivaldría a 5.263,80 Euros actuales. Sueldo establecido -esto se le olvida al periodista- no por Francisco Franco sino por el gobierno de la idolatrada II República. Pero "ojo" un 45% menos de lo que hoy cobra un almirante general cuya hoja de servicios, por brillante que sea, no puede compararse con la del Generalísimo. Naturalmente que el periodista de El País no explica bien esto y como no le cuadra lo que escribe con la intención que le anima nos advierte, a renglón seguido, que era mucho comparado con los salarios militares de la época (evidentemente se ha hecho un lío porque los salarios eran los establecidos por el gobierno y eran para el puesto y no para el nombre de quien ostentara el puesto, pero ¡qué más da!).

Para completar el gran descubrimiento el periodista nos cuenta que en 1975 Franco cobraba 768.000 pesetas al año (168.000 como Capitán General). No nos informa de que Franco donaba parte de esa nómina a huérfanos militares (esto tampoco lo anotan ni Preston, ni Casanova, ni el mariachi de la ambición). Comentaba yo en la red, nada más salir la noticia, que ya puesto podía haber hecho la conversión y la comparación con la nómina del actual Jefe del Estado o del Presidente del Gobierno, para que quedara bien claro y sin discusión que don Francisco era un ambicioso de tomo y lomo frente al escaso pecunio de nuestros actuales gobernantes.

Como si me hubieran leído -quizás sí- Cuatro, haciendo la cuenta de la vieja, nos informaba para escándalo que Franco cobraba al año 821.000 euros actuales. Muestra palpable de la ambición monetaria del general que se había autoconcedido -como por cierto hacen diputados y concejales- el sueldo (se puso el mismo que Azaña). Cantidad escandalosa, propia de un dictador que consideraba España como su cortijo que dicen los historiadores como Preston o Casanova, comparada con los 254.000 Euros que cobra Felipe VI y los 74.000 Euros de Mariano Rajoy. Como soy así me voy a las tablas de conversión utilizadas generalmente (ver página del INE para los desconfiados) y hago rápidamente las cuentas: euro arriba euro abajo me salen 53.000 Euros anuales a valor actual (parece que los de Cuatro se han despistado con la calculadora). Ergo, la quinta parte de lo que cobra Felipe VI y 20.000 Euros menos que don Mariano Rajoy. Y bastante menos que la pensioncilla que cobra el señor Rodríguez Zapatero -también la podía haber sacado a relucir el audaz periodista de El País- que es de 80.000 Euros a los que se añaden otros 74.000 como Consejero de Estado (tres veces más que el salario de Francisco Franco).

La pregunta que debiéramos hacernos es: ¿Y todo esto ahora para qué? ¿Para darle lanzadas a Franco que lleva descansando cuarenta años? No. La respuesta es simple: quieren tapar la corrupción y el privilegio con la excusa del demócrata. Decirnos que en el fondo, aunque parezcan emolumentos y bicocas intolerables, no es nada con lo que supondría una dictadura. Lástima que a Cuatro y El País ni le salgan las cuentas, ni sus periodistas den para más que para convencer a los convencidos.