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Fernández genuflexo ante la política de la traición.

Fernández genuflexo ante la política de la traición.

“¡Ahora se van a enterar!”, pensaban con respecto a los miembros de ETA los crédulos votantes del núcleo duro del PP. “¡En cuanto estemos en el poder ilegalizaremos a todos los partidos de los terroristas!”, creyeron esos mismos votantes. Los miembros de la AVT, las víctimas del terrorismo, que vieron como el PP directa o indirectamente apoyaba sus marchas contra Zapatero, tenían la esperanza de que por fin su voz fuera oída antes de decidir sobre el futuro de los terroristas y que no se mandaran a los estantes del archivo los trescientos asesinatos sin responsables aparentes. Todos aplaudieron cuando Mariano deshojó la margarita y nombró a Jorge Fernández Díaz, hombre de derechas de toda la vida, Ministro del Interior. Pero…

Se engañaban, inexplicablemente, aquellos que pensaban que la política antiterrorista con respecto a los presos de ETA iba a variar. Tanto el PP como el PSOE son partidarios de la reinserción, de que en definitiva, usando la ley, los terroristas acaben saliendo a la calle merced a una legislación penitenciaria que les beneficia.  De ahí que el PSOE se haya lanzado presuroso a apoyar la decisión del gobierno de otorgar el tercer grado al asesino de tres guardias civiles y carcelero de Ortega Lara, Josu Uribetxeberria Bolinaga. Por ello tiene razón Jorge Fernández al mostrarse extrañado ante la protesta por la decisión cuando, siendo Mayor Oreja ministro del Interior de los gobiernos de Aznar, con la misma excusa, se pusieron en libertad a 16 angelicales terroristas sin que los peperos protestaran ardientemente. No es pues el PP el que engaña a sus votantes, son sus votantes los que se autoengañan o se dejan seducir con ese juego tan manido del “poli bueno” y el “poli malo” que han practicado, con buenos réditos electorales, personajes como el citado Mayor Oreja o Esperanza Aguirre.

Habituado a dejar de lado el programa electoral con el que se presentaron a las elecciones, asumiendo que los programas no son un pacto con los electores sino mera publicidad engañosa, el gobierno popular aparentemente dice una cosa y hace otra en materia antiterrorista.

Desde hace décadas sostengo, a la luz de los hechos, que tanto para el PP como para el PSOE, el final del terrorismo pasa por una solución política negociada para unos y más o menos acordada para otros. Tanto unos como otros, aunque con distinto estilo y disposición, han practicado una insensata política de gestos que en teoría deberían convencer a la banda de la bondad del gobierno en el caso de que pongan fin a su existencia. De ahí que el Partido Popular haya abandonado cualquier sueño de ilegalizar Bildu/Amaiur,  aunque amenace con hacer un seguimiento a ambas organizaciones para instar a su posible ilegalización para contentar a su núcleo duro de votantes. De ahí que el Partido Popular haya aceptado como posible punto de acuerdo sobre el futuro de los presos la denominada “vía Nanclares” y busque, como anunció Ruíz Gallardón, salidas individuales a cada caso, tal y como pone de manifiesto la decisión adoptada con respecto al asesino Josu Uribetxeberria Bolinaga. Todo ello, además, condicionado por la convocatoria de elecciones en Vascongadas y la necesidad de hacer al infumable Basagoiti digerible para algún nacionalista moderado.

Al servicio de esa política está el genuflexo Jorge Fernández, quien para justificarse no duda a la hora de mentir. Dejémoslo claro, si Josu Uribetxeberria sale a la calle, porque en aplicación del tercer grado se le da la libertad condicional, es por decisión del gobierno de Mariano Rajoy y no porque la ley obligue a ello. La ley establece una posibilidad y no una obligación. El gobierno ha optado por la concesión y no por la denegación. Jorge Fernández se ha escudado en una falsedad porque sabe que nadie admitiría que a un terrorista se le liberara por razones humanitarias. ¿Qué humanidad tuvo el tal Josu cuando asesinó guardias civiles? Pero es que además tanto el gobierno como Jorge Fernández han pecado de cobardía: temían que el terrorista se les muriera de hambre. Obviando que Josu no estaba dispuesto a morirse de hambre y que cuando llegó la hora de la verdad decidió “priorizar su vida”, según el mismo leo que afirmó.

Está claro que siempre y cuando el jefe, Mariano, se lo diga el Ministro del Interior apoyará la concesión del tercer grado, por una razón o por otra. Aparentemente lo hará porque no le queda más remedio que cumplir con la ley. Pero, si el señor Fernández no fuera un genuflexo convencido podría levantarse y marcharse en nombre de la dignidad al sentir la lógica repugnancia de ser el responsable de la liberación de un asesino. Quizás fuera exigir mucho, porque Jorge Fernández es uno de esos políticos de toda la vida que tendría que empezar una carrera profesional tras décadas en el Parlamento y puede que el sentido de la dignidad no llegue tan lejos.

 

PD.- Ahora resulta que el tal Josu, quien según el ministro tenía una “enfermedad muy grave con padecimientos incurables”, dista de estar terminal y puede ser tratado en la cárcel.

 

3 comentarios

Raul -

Este tipo va a hacer bueno a cualquier ministro de interior socialista. No es de fiar, como ya dijo hace tiempo de Rajoy María San Gil. Precisamente por palabras como esas dejé de votarles ya hace varias elecciones. A ver si AES se puede presentar en más provincias y puedo votarles algún día.

víctor -

Nefasto ministro del Interior que debe dimitir ya ! , estos del PP traicional a sus votantes ,a las víctimas y a los españoles ! . Sólo con foramaciones seria Como AES será posible que no se produzcan estas cosas.

LUCIO CURIEL TORRES -

El Sr. Fernández es un miserable como buena parte de la cúpula del PP, que mienten sabedores qde que lo hacen de la forma más descarada e infame posible. Y lo hacen en materia económica, alegando que las circunstancias les han obligado. MENTIRA. Y lo hacen igualmente en materia de política antiterrorista y penitenciaria porque han asumido plenamente los postulados y los acuerdos alcanzados por Zapatero y ETA.
Jamás volveré a votar a este partido. Soy uno de los millonbes de ingenuos engañados, pero a muchos se nos engaña sólo una vez.
ESTOY CON ALTERNATIVA ESPAÑOLA.
ADELANTE